
Si bien el niño esta para batir mahonesa (aunque veo cosas mas impactantes en los vestuarios del gimnasio); la verdad yo no entiendo tanto revuelo alrededor de una foto, vamos, que parece que no hemos visto hoja verde en nuestras vidas y que solo existe aquello en lo que se empeñan los demás que creamos, prestemos atención, nos guste o propaguemos... Es como cuando sale Paz Vega posando cubierta de Swarovski y nos invaden por todos lados con esa "espectacular primicia" de sus pezones recubiertos de pedrería. Pues que queréis que os diga, yo tengo mas de una vecina que baja así todos los días la basura (lo más normal del mundo), y no vienen aquí los de España Directo a cubrir el suceso. :-|
Bueno, dicho lo dicho, y ya que ha quedado patente mi opinión acerca de que una tontería de foto ocupe tantos titulares, cuando menos vamos a darle un poco más de sal a este artículo y aprovechemos la ocasión, poniendo aquellas fotos en las que Andresito nos enseñaba el pito, y que en este caso creo que si que tienen un poco más de interés pedagógico. (Por cierto hijo, la próxima vez arréglate un poco más los bajos, no se, un recortito nunca viene de mas)
Aparte de todas estas imágenes donde uno de nuestros modelos mas internacionales nos exhibe longaniza, el resto, como podréis haber podido apreciar, son las pertenecientes a esta última edición de Vanity Fair. ¿Realmente cuales os parecen interesantes?
Todo esto me ha llevado a pensar que... si yo saco a la luz las cientos o miles mías que me hago desnudo, bajo la luz de luna, en mis noches de aburrimiento, muchísimo mas atractivo y con un cuerpo mas espectacular... 8-) bueno, seguro que no aparecen ni el disco duro de algún trastornado satiriásico
Tienes un premio de esos chorras, ya sabes... de los que rulan por toda partes, en mi blog.
ResponderEliminarBezos.
SUPONGAMOS AMOR
ResponderEliminara Andre Velencoso
poema de Oscar Portela
Admitamos por un instante la existencia
de un Dios: él está aquí y el zureo del espíritu santo
florece en mi ventana: la gracia de la fé se ha desposado
conmigo y todos los milagros son posibles: ay, dije
supongamos y eso es todo: mi sed está saciada.
Vano el peregrinaje por inhóspitas zonas, mi soledad
inerte es parte de un pasado contra el cual no me rebelo,
supongamos también que tú, Andre, me tomas de la mano
solo por un instante, y el tiempo todo calla y se detiene
y que tus labios de demonio con el cual tienta dios a la
/carne se hacen
uno conmigo y que el cuenco está lleno de hidromiel y de polen.
Supongamos entonces – solo supongamos – que eres
tú la serpiente, no eres Pan, no. Tú eres lo anterior.
La entera sed que no se sacia, la perfección
de labios que son ventanas que dan al infinito de un gozo que
exultante quiere la eternidad y olvida el minuto perfecto:
porque tú Andre, eres la perfección creada por un Dios para
tentar al hombre solitario y perdido, y tu belleza es reino de la
abundancia y tu mano en la mia – solo eso – bastaría para que
el mundo fuese epifanía de lo que a Dios escapa, ya no
tentación, ya no pecado, sino jardín del Adamita que acá en la
tierra- restaura el cielo y destierra el infierno –
que son los otros, porque la compulsión de aquesta voluntad
así lo quiere. Tu cuerpo que es geografía de un
jardín de delicias –torna belleza al cielo aquí en la tierra, ay!
Andre Veloncoso, y tu rostro de Arcángel sombreado por las
gracias terrenas mienta la perfección que adoran los
demonios, y las líneas indescriptibles de tus cejas y tu frente
amplia como los cielos, donde se unen mares soles,
eternidades y susurros lo santifican todo.
Nadie más bello que tú, dulcísimo como la creación que
purifica el todo: supongamos que por
un instante bajases hasta mí y con avidez rapaz dioses
consuelo y gozo al tiempo de una vida: tus piernas serían para
mi escaleras para subir el podio donde el mundo se contempla
a si mismo y tu o tus oscuros ojos, y tus pies,
dos ostias bendecidas para engendrar en mí el
poema que es olvido y es canto y el “laudate dominum” de
algún día olvidado por quien creara el mundo – supongamos-
que él lo haya querido así: ¿Como podríamos distinguir la
tentación y aquello que bendice cuando por fugaces instantes
buscamos la posesión segura de tu cuerpo para volver al útero materno.
SUPONGAMOS AMOR
ResponderEliminara Andre Velencoso
poema de Oscar Portela
Admitamos por un instante la existencia
de un Dios: él está aquí y el zureo del espíritu santo
florece en mi ventana: la gracia de la fé se ha desposado
conmigo y todos los milagros son posibles: ay, dije
supongamos y eso es todo: mi sed está saciada.
Vano el peregrinaje por inhóspitas zonas, mi soledad
inerte es parte de un pasado contra el cual no me rebelo,
supongamos también que tú, Andre, me tomas de la mano
solo por un instante, y el tiempo todo calla y se detiene
y que tus labios de demonio con el cual tienta dios a la
./carne se hacen
uno conmigo y que el cuenco está lleno de hidromiel y de polen.
Supongamos entonces - solo supongamos - que eres
tú la serpiente, no eres Pan, no. Tú eres lo anterior.
La entera sed que no se sacia, la perfección
de labios que son ventanas que dan al infinito de un gozo que
exultante quiere la eternidad y olvida el minuto perfecto:
porque tú Andre, eres la perfección creada por un Dios para
tentar al hombre solitario y perdido, y tu belleza es reino de la
abundancia y tu mano en la mia – solo eso – bastaría para que
el mundo fuese epifanía de lo que a Dios escapa, ya no
tentación, ya no pecado, sino jardín del Adamita que acá en la
tierra- restaura el cielo y destierra el infierno -
que son los otros, porque la compulsión de aquesta voluntad
así lo quiere. Tu cuerpo que es geografía de un
jardín de delicias –torna belleza al cielo aquí en la tierra, Ay!,
Andre Veloncoso, y tu rostro de Arcángel sombreado por las
gracias terrenas mienta la perfección que adoran los
demonios, y las líneas indescriptibles de tus cejas y tu frente
amplia como los cielos, donde se unen mares soles,
eternidades y susurros lo santifican todo.
Nadie más bello que tú, dulcísimo como la creación que
purifica el todo: supongamos que por
un instante bajases hasta mí y con avidez rapaz dioses
consuelo y gozo al tiempo de una vida: tus piernas serían para
mi escaleras para subir el podio donde el mundo se contempla
a si mismo y tu o tus oscuros ojos, y tus pies,
dos ostias bendecidas para engendrar en mí el
poema que es olvido y es canto y el “laudate dominum” de
algún día olvidado por quien creara el mundo – supongamos-
que él lo haya querido así: ¿Como podríamos distinguir la
tentación y aquello que bendice cuando por fugaces instantes
buscamos la posesión segura de tu cuerpo para volver al útero materno.
versión correcta