
Bueno, la verdad es que ni tengo primos en los Brasiles ni, sinceramente, ninguno que este medianamente bueno, es lo que tiene ser el guapo de la familia. :mrgreen: De ser así todos los años me teníais cruzando el charco a pasar ahí las vacaciones y cometiendo incesto una vez tras otra sin el mas mínimo de los remordimientos. :roll:
De todas formas la fantasía como tal ahí la pongo, para el que quiera hacerse participe de ella también, y para acompañarla, aquí tenéis las fotos de estos tres fantásticos primos que a todos nos gustaría tener ahí por el Mato Grosso.
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- Cláudio Andrade, morenazo actor de telenovelas y seriales brasileños de 25 esplendorosos años, impactantes ojazos verdes, además de otras muchas cualidades...
- Evandro Silveira, ex-policía, toda una lastima, la verdad. No tienen fama de ser muy honrados, pero si fuese un turista ahora mismo me tenias escupiendo a las abuelas para que me detuviese.
- Richardson Ferreira, otro modelo y actor, todo un vicio imaginar por donde podría caer todo ese champan con el que posa, y la borrachera que pillaría mas de uno para que no se desperdiciase ni una gota.
A ver para cuando una revista como G Magazine en España, en la que posen sin ningún tapujo actores, modelos, deportistas, cantantes... de nuestra variada geografia, tal y como hacen los brasileños sin ninguna timidez para esta publicación. Solo de imaginarlo... jojojojo, ojalá, pero se me antoja algo impensable. :eek:
¡¡ VISITAR LA GALERIA DE CLAUDIO ANDRADE !!
¡¡ VISITAR LA GALERIA DE EVANDRO SILVEIRA !!
¡¡ VISITAR LA GALERIA DE RICHARDSON FERREIRA !!
Steve Mac - Paddy’s Revenge (Cahill Edit)
Porq está muerto el blog??? xD
ResponderEliminarhola q buenazo esta pagina
ResponderEliminarLEVY POULTER
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Solo tu Levi, solo el fugaz relámpago
De la lujosa pedrería de tu cuerpo
Hace caer la muerte de rodillas
Ante el goce que estalla en el relámpago
De los códices que alumbran los rubíes
Con los cuales te hicieron para que
La Eternidad caiga rendida ante tus piernas.
Selva tú y números con los cuales
Se mueven las esferas: verte y saber
Que la veneración es poco y sentir que
Que las estrellas me poseen y que el vértigo
De la pasión me devuelve a las albas
Del primer espasmo de gozo por el cual sabemos
Que oscilamos entre la eternidad y el tiempo.
Y que somos algo más que la nesecidad
De procrear la especie: música de las esferas
Somos y sobre todo Levi Poulter que entre mis brazos
O yo entre los metales de la perfección que luces,
Muero y renazco una y otra vez, más allá de las tumbas
Cuando el liquido que crea y mata surge de mi como la lluvia
Para el elogio y el cántico de las mareas del placer
Y el vuelo con el cual hago el amor contigo
Y sueño que nada está perdido todavía
Cuando el mito del vellocino vuelve y la creación
Entre tus brazos se repite en el beso mortal
Con que sellamos un pacto entre los sueños
De las lunas y las arduas vigilias de los soles.
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ResponderEliminarEL CURARE y VOS
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Débilmente se apagan las luces que iluminaron mis deseos
de más luz. Sutilmente los colores se ahogan saturados
en su propio elemento y los claros sonidos por los que recibía
el mundo se enturbian en mis oídos que ampliaban en sus albas
toda la exuberancia de la palabra vida.
Hoy vivo ya en penumbras.
De Claroscuros vivo y la imaginación que libaba de mieles,
vientos, aguas, la creación de ti en los sueños más hondos,
se aduerme en los venenos que los sentidos todos encenizados
desta tierra apagada que mis ojos reciben como brumas de un ocaso
sin termino, solo renacerá en el suicidio deste inmenso cansancio
que en mitad del desierto se hace uno conmigo. Ya no saldré a cazar.
Oh corazón: dulce es la madriguera y se apagan en ella los destellos
de las vírgenes albas, abras caídas de la magia en las que manos memoriosas
anunciaban el destino de la poesía, el exilio, el destierro,
la cruel incuria y feroz intemperie maquillada con máscaras
de un vil resentimiento.
Y entonces tú, mas seguro en la desnudes de la violencia de mis amados
ocres, entonces tú, llamándome, aún llamándome, fuera de toda madriguera,
fuera de todo pánico, me ofreces nuevamente el sueño de los astros
dormidos en tu sexo olvidado, aquí en el axis mundi, lejos de las miserias
de los cuerpos trasfigurados estos y las edades todas, lejos de la violencia
sujeta a tiempo y a dolor, cumplida el ansia de las glorias buscadas,
el otro tiempo, el tiempo del retorno renacido en tu cuerpo, oh Marcus Schenkenberg,
tú el adviento, tú el que inauguras el otro paraíso, el no creado por dios
alguno, el siempre prometido y solo presentido en un pobre poema
por un triste poeta.
MIGUEL IGLESIAS y el CIELO
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Verte Miguel y quedarse sin parpados
y no poder cerrar los ojos, abiertos ya para siempre,
para siempre desnudos como el azur, y ciegos,
pués tu visión es combustión que llama y quema
y exige la absoluta calma de la entrega absoluta
en la que ya no somos sino espasmos erráticos,
así las aves y los vientos, los elementos todos Miguel,
tocados son por tu visión celeste de impiadosa belleza:
así llamas a las fuerzas de la pasión y las dominas Miguel
y es tu cuerpo el campanario de las Iglesias donde se guardan
los deseos para resucitar después Miguel Iglesias,
bello como los bronces que despiertan clarines
Miguel, así como despiertas en mí la locura de saber
que si existes y que ya nunca se borraran del sueño
las quimeras, los ahogos, la irrenunciable nesecidad de ser
contigo infierno y cielo: Ay Miguel, que si un Dios te dió
forma para condena del amor y del deseo, aquí estoy,
con el enmudecido verbo y la lengua llagada por ese beso
que no llega, y que quizá un minuto antes de perecer, Miguel,
caiga del cielo abierto de mis ojos, para que el uno sea todo,
y la lascivia de solo verte, perfecto como el rubí en la frente
de la palabra única, justifiquen tanto destierro y cerrojo
para la carne, que en ti se abre como la roza en cántaro de versos.
Un blog como éste nesecita de colaboradores con imaginación y talento, que se comprometan con él: somos pocos profesionales de las letras los que lo hacemos: nadie sale porque si del closet.
ResponderEliminarPor mi patte felicito a quienes todavía tienenfuerzas para sostenerlo y que cuente conmigo para cualquier cosa: OSCAR PORTELA
NICK YOUNGQUEST Y KUNDALINI
ResponderEliminarpoema de Oscar Portela
Kundaliny susurra en mis oídos,
de mi cóncavo vientre se aviene hasta mi aliento
y me posee, entregándome a las furias de la pasión
y la ebriedad sin límites.
¡Déjate ser, déjate ser, como el rió que no es el mismo nunca,
deja que la corriente fluya y te posea y purificará tu carne y
tus sentidos la serpiente que corre por tu sangre
y abandónate- ya no sabrás tu nombre porque será
un segundo nacimiento!
Ave de la mañana devorada por la serpiente
que se yergue en mi sexo como un extraño abeto
y abre mis piernas y se desliza y corre por mi ano
hasta llegar en un intenso viaje hasta la lengua
que en nuevo idioma te canta a ti Nick Youngquest
salmos endemoniados, tu mi señor que has dado a mi
alma la ambrosia que riegas en mí como un salvaje
potro para darme otro nombre en un segundo
y jubiloso nacimiento, Oh Nick Youngquest
que has despertado a la serpiente y has abierto
la cripta donde duerme el dragón y el tigre muere
en su guarida adormecido acaso y sin saberlo:
Tu legua sobre mi lengua se desliza. Tu cuerpo
orada el mió y hace saltar del fondo de la entraña
un silencioso grito jubiloso que es orgasmo y es muerte
y nacimiento pleno: así me dejo poseer y nuevamente como
Abraxas nazco del huevo que oculta la serpiente
a los ojos profanos al amor que edifica la catedral
magnifica y el órgano que gime entrecortado letanías
y gritos de placer al recibirte Youngquest
y servirte como tu al salvarme de toda muerte opaca
o darme auroras en la noche – estrellas del conocimiento
cogidas de tu cuerpo como las uvas del jardín de las Hespérides.
EPIFANÍA DE EVAN WADLE
ResponderEliminarpoema de Oscar Portela
Epifanía eres Evan: aurea medida que el sol
dibuja sobre el poema a salvo
de lo inmundo: el oro vivo respira
por tus poros y la carne que vibra
cuna de un ángel en la grácil cintura
que baja hasta tu vientre donde moran
daimones que abren tus prietas nalgas
arremejidas por las mareas del deseo
de la pasión y tiembla el músculo
que se hace rodocrosita entre las piernas
con que sostienes el templo de tu cuerpo
donde se hace luz el mundo y ríe
la eternidad entre las formas del dios
que enamorado del mortal se aviene
a estar junto a lo frágil sin destruir su aliento.
Así te haces mío y yo te pertenezco
en el orgasmo con que el amor perece
y vuelve la eternidad a esgrafiar el mundo
del nacimiento: epifanía eres de aquello
que puja en mí para tornar al círculo
y para dar forma a la entrega desposeído
de todo y consagrado a la alabanza
de tu sexo.
Tu sexo de obsidiana que penetra
hasta la entraña misma del poema
que son el cuerpo del mortal y el Dios
como teodiceas del juego de un viaje,
interminable, eterno.
El mundo como cursor y juego de galaxias.
Miro tus piernas espejos de los soles.
Tu cintura precinto de galaxias y tu boca
fanal de mieles ásperas, divina criatura
donde la cósmica armonía cobra forma
y la pasión se torna fuente cantarina.
Día oscuro del cuerpo: mis labios sobre
el empeine de tus pies en el viaje
hacia el centro del cosmos que ilumina
tu cuerpo constelado por estrellas
y ya en el vado yo, tres veces inflamado me
bebo del genesis y me duermo en tu tórax
donde todo confluye y escalo hasta tus labios
donde me hundo y pierdo el habla, el cuerpo, todo,
para ser uno contigo, flama y no ser,
combustión de la vida: pues cenizas seremos
más tendremos sentido al retornar al juego
de la pasión sin término y destino.
MATT AYMAR : MAS QUE UN SUEÑO.
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Por el hilo de luz que de la luna baja
Vienes al sueño Matt y denudas
Las pálidas redomas del placer
De la carne: tú eres la piel que prometió
El deseo y que todo lo quema:
Tú el alarido del gozo que penetra
Hasta el vientre del poema para que este
Cante la alabanza terrestre de tu boca
Y tus labios donde el sentido pierde su horizonte
Vague en la noche de la celebración de cuerpos
Entrelazados como serpientes que se curvan
Hasta que el tiempo cesa de existir y solo
El grito hiende la tierra aterrada de la belleza
Que de un hilo de luna baja hasta nuestros sueños.
Tú Max podrías destruir todo coloso pues tus eres
El coloso que surge no del mármol sino del barro aqueste,
Y que las manos como garras aran en el delirio
Del frenesí demente del deseo: miras y sacrificas
Lo que miras aunque dulce y mirifica sean los parpados
De tus pupilas vírgenes: tú reinas sobre todo.
Eres la primavera y el fauno de los mitos se malogra
Al sentir tu presencia: no eres bello. Eres la proporción
Que Mefistófeles promete a quien aspira al todo.
Eres más de lo posible. Eres la gloria de la carne
Florecida en deseo. Una burbuja huye de tus piernas.
Ay, mirarte y pedir a los ángeles ayuda: o ser sacrificado
Y que tus dientes de marfiles lucidos corten
La vida efímera de todo para llevarse entre su ingle
El verso con que el poeta canta tu osatura.
Ningún mortal podría concebirte y sin embargo
De la luna has venido para hacerte terreno en el dominio
Deste sueño aéreo.
Soy tuyo: lo ha ti pertenecido por nacerme y otra vez
Entre tus brazos dejo que el viento del destino me atraviese.
MARLON TEIXEIRA EL AIRE Y LOS SUEÑOS
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Finalmente roto el hechizo de la magia
que suscribe los nombres, roto el aliento
de la escritura, retirada la mar y sus desechos
de los amplios dominios, estoy solo conmigo
y la sombra del cuerpo del leguaje que va
ha abandonarme definitivamente.
¿Que más puedo decir? Ahora que finalmente
comprendo que solo soy mi cuerpo y que tras
los huesos y la carne nada hay que no sean la pasión
y la fuerza del viento del inaudible canto:
Pues que he cantado por mi cuerpo,
han cantado mis órganos, las cuerdas de un laúd
enmudecido que ahora dirán que sí a la muerte.
Los misteriosos duendes del sueño me repiten,
el ha venido para que toda muerte
sea el acceso a otras albas y el abra será tuya nuevamente:
su cuerpo, donde los elementos se despojan de furia,
la inaudita sensualidad de su carne y de sus labios
donde el día apaga todo fragor de lucha,
todo volcan es dominado y todo rayo.
Porque es el – el mísmo rayo un don de la belleza impetrada
para indicar el camino a quienes con el nos desposamos:
¡También tú pasarás, oh Marlon!
También tu belleza, que es el precinto del tesoro de las luces
que busco ahora que declina mi estancia en esta tierra,
empero como en el comienzo de la fábula donde el mundo
comienza, tú vendrás nuevamente para resucitarnos
con llamados, ya dentro de ti y tú aherrojando mis delirios,
devoraremos nuestros éxtasis, y tus piernas y el planetarium
de tu cuerpo todo, serán los aposentos donde las declinantes
llamas de mi carne devoraran las agonías
de los espasmos y los salvajes rituales donde seguros códices
me dirán, tú eres suyo, mientras desapareces en abismos
de ilimitado goce, para así abrir otros fanales, otras puertas,
y entregarte al mortal como lo hacen los divinos,
jugando, Marlon Teixeira, jugando todo el juego del mudo,
toda la fabula del mundo en la punta de la dorada aguja
que burila todo exceso que hace de la muerte
el triunfo de la vida, pues en la pequeñas muertes
con la que acompasadamente seguimos la leyes del bing-bang,
recomenzamos, cuando nos fundimos uno en otro, muerte - vida.
vida - muerte, y la derrota se convierte en triunfo.
O la victoria en la gloriosa derrota del amor
y la muerte, el acceso a la inmortalidad del goce.
SUPONGAMOS AMOR
ResponderEliminara ANDRÉS VELENCOSO SEGURA
poema de OSCAR PORTELA
Admitamos por un instante la existencia
de un Dios: él está aquí y el zureo del espíritu santo
florece en mi ventana: la gracia de la fé se ha desposado
conmigo y todos los milagros son posibles: ay, dije
supongamos y eso es todo: mi sed está saciada.
Vano el peregrinaje por inhóspitas zonas, mi soledad
inerte es parte de un pasado contra el cual no me rebelo,
supongamos también que tú, Andre, me tomas de la mano
solo por un instante, y el tiempo todo calla y se detiene
y que tus labios de demonio con el cual tienta dios a la
/carne se hacen
uno conmigo y que el cuenco está lleno de hidromiel y de polen.
Supongamos entonces – solo supongamos – que eres
tú la serpiente, no eres Pan, no. Tú eres lo anterior.
La entera sed que no se sacia, la perfección
de labios que son ventanas que dan al infinito de un gozo que
exultante quiere la eternidad y olvida el minuto perfecto:
porque tú Andre, eres la perfección creada por un Dios para
tentar al hombre solitario y perdido, y tu belleza es reino de la
abundancia y tu mano en la mia – solo eso – bastaría para que
el mundo fuese epifanía de lo que a Dios escapa, ya no
tentación, ya no pecado, sino jardín del Adamita que acá en la
tierra- restaura el cielo y destierra el infierno –
que son los otros, porque la compulsión de aquesta voluntad
así lo quiere. Tu cuerpo que es geografía de un
jardín de delicias –torna belleza al cielo aquí en la tierra, ay!
Andre Veloncoso, y tu rostro de Arcángel sombreado por las
gracias terrenas mienta la perfección que adoran los
demonios, y las líneas indescriptibles de tus cejas y tu frente
amplia como los cielos, donde se unen mares soles,
eternidades y susurros lo santifican todo.
Nadie más bello que tú, dulcísimo como la creación que
purifica el todo: supongamos que por
un instante bajases hasta mí y con avidez rapaz dioses
consuelo y gozo al tiempo de una vida: tus piernas serían para
mi escaleras para subir el podio donde el mundo se contempla
a si mismo y tu o tus oscuros ojos, y tus pies,
dos ostias bendecidas para engendrar en mí el
poema que es olvido y es canto y el “laudate dominum” de
algún día olvidado por quien creara el mundo – supongamos-
que él lo haya querido así: ¿Como podríamos distinguir la
tentación y aquello que bendice cuando por fugaces instantes
buscamos la posesión segura de tu cuerpo para volver al útero materno.
MI EDILSON NASCIMENTO
ResponderEliminarpoema de OSCAR PORTELA
Ni las doradas Islas de Angra
donde brillan las perlas
en el azul del mar
caben en la belleza del mancebo
que exhala del aliento de Eros
en su naciente y ya madura aurora,
el incontaminado aliento de su sexo.